lunes, 14 de mayo de 2007

¿generar empleo? o ¿desempleo?











Yo sé como crear empleo»La supuesta capacidad de crear empleo de este joven «empresario exitoso», es uno de los lemas de campaña. Resulta extraño si simplemente se recrea brevemente su vertiginoso crecimiento con el menemismo, pero más que nada, el repliegue que los Macri (Franco e hijo incluido) realizaron en la debacle de la convertibilidad. Para el primer trimestre del 2001, los Macri trasladaron casi todo a Brasil, cuando la fuga al país por parte de empresas argentinas era título de todos los diarios, dejando aquí apenas una máscara operativa, e invirtiendo principalmente en ganado, mientras cientos eran despedidos por «ajuste de costos». Ese es el empleo que nuestros «emprendedores capitalistas» saben crear.Si algo terminó de perder la Argentina en la debacle del segundo gobierno de Perón fue esa incipiente y autoabortada «burguesía nacional». Ese empresariado se transnacionalizó y es hoy uno de los sectores más importantes tenedores de bonos de deuda externa argentina y de ahí que la derecha azuce el fantasma de las represalias por el default. De todos modos, los que se beneficiaron con la dictadura oligárquico-militar, el «gran empresariado», mediante Martínez de Hoz terminaron bajando las persianas de las medianas y pequeñas industrias mientras contraían deudas que serían estatizadas en 1982 por un tal funcionario del Banco Central, Domingo Felipe Cavallo, hoy profesor de Harvard, enseñando tal vez como arruinar un proyecto independentista de un país de la periferia del imperio. La apertura democrática no implicó problema alguno ya que el proteccionismo sobre las importaciones permitía a este empresariado seguir mamando del Estado mientras al mercado interno vendían a precios de Europa. Y llegó desde Anillaco la traición peronista, y Carlos Menem hizo, al igual que Martínez de Hoz, pero ahora con Cavallo, una apertura indiscriminada de la economía con una paridad cambiaria que cerró más persianas, salvo algunas disposiciones aduaneras que protegían a unas pocas industrias, especialmente a la automotriz. Así Autolatina desapareció y Ford Motors se hizo cargo de la producción de esa marca, Renault se benefició con este proteccionismo; y la única empresa nacional que producía automóviles, Fiat y Peugeot, fue Sevel, de la familia Macri. Cuando se aplicó la pesificación asimétrica, bajo la presidencia de Eduardo Duhalde, el grupo Macri vio nuevamente licuada sus deudas. Cabe destacar que en julio de 2001, antes del estallido que derivó en fuga aérea de Fernando De la Rúa, Mauricio Macri, Fernando Miele (presidente de San Lorenzo en aquel entonces, y empresario) y el Exxel Group, en una conferencia en Avellaneda, en la que estaban, ó casualidad, el eterno salvador Raúl Alfonsín y el senador Eduardo Duhalde, pidieron una devaluación de al menos un 50%, en un momento en el que casi nadie se atrevía a profesar contra la infame convertibilidad.

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